Empiezo las recetas navideñas con galletas de jengibre. Estas galletas se basan en una masa llamada 'gingerbread', literalmente pan de jengibre, que llego a Europa en el año 992 de la mano de un monje armenio llamado Grégoire de Nicopolis. Se mudó de pompeya a Bandaroy, en Francia, donde enseño a otros monjes la receta para hacerla en Navidad. Se extendió de Francia a Alemania y Suecia, donde empezó la tradición de pintarlas para usarlas de decoración navideña en las ventanas. En la Inglaterra medieval se creía que tenían propiedades medicinales. Se hizo muy popular en Europa a partir del siglo XVIII.
En algunos países europeos tienen diferentes variantes de esta galleta como por ejemplo en la cocina francesa está el pain d'épices, en Alemania y Bélgica están los spekulatius o speculoos, que son una variante de estas galletas, en Polonia están los muy tradicionales toruńskie pierniki, etcétera.
La elaboración de galletas con forma humana se practicaba ya en el siglo XVI. La primera vez que aparecen documentadas de galletas de pan de jengibre con forma humana es en la corte de Isabel I de Inglaterra. La reina regalaba a las visitas importantes galletas de pan de jengibre parecidas a ella.
Galletas de jengibre [Gingerbread]
Ingredientes para unas 30 medianas
[masa]
· 350 gr de harina de trigo floja (yo usé integral)
· 175 gr de mantequilla fría
· 175 gr de azúcar moreno (yo use panela)
· 2 cucharaditas de jengibre en polvo o un 3 del fresco rayado
· 1 cucharadita de canela
· 1 cucharadita de bicarbonato (si no tenéis sustituir por levadura química)
· 1 huevo
· 90 gr de miel (lo tradicional sera melaza)
· chocolate blanco para decorar
Para decorar usé chocolate blanco caramelizado en el horno, un descubrimiento que he hecho (aquí) hace poco y me parece maravilloso. Lleva un rato, pero merece la pena. Se pone la cantidad que se quiera de chocolate blanco troceado en una bandeja de horno y se mete al horno previamente calentado a 130ºC. Y a partir de ahí es paciencia, ir moviéndolo con una espátula cada 5-10 mins. A veces parece que se queda granuloso, no pasa nada, en cuanto se revuelve un poco con la espatula vuelve a ser liquido. Tarda entre 45 minutos y una hora, dependiendo de lo caramelizado que se quiera. Iremos viendo como se va dorando. Una vez en su punto yo lo eché sobre papel de horno dejándolo de 1 cm de grosor mas o menos, lo deje enfriar y una vez duro lo rompí en trozos y lo guarde en un bote.
[masa] podemos usar un robot de cocina (picadora) o hacerlo con la mano. Mezclamos la harina con la mantequilla fría en trocitos y las especias, el bicarbonato y la sal. mezclamos hasta que tenga la textura de la arena. En ese momento lo mezclamos con el azúcar (esto si que a mano) hasta que quede homogéneo. en otro recipiente batimos el huevo con la miel y lo vertemos sobre la mezcla anterior. Mezclamos todo bien hasta tener una masa homogénea. La amasamos unos segunditos y la envolvemos en papel film dividida en dos bolas (para que sea mas fácil estirarla luego, es bastante masa). La metemos en la nevera unos 15 minutos.
Pasado ese tiempo, la sacamos y sobre una superficie limpia y bien enharinada, para que no se pegue, la estiramos con el rodillo hasta que quede de medio cm de grosor mas o menos. Usando el cortador o un vaso vamos cortando las galletas y poniéndolas sobre una bandeja de horno con papel de horno. separados, que crecen en el horno. Cuando no se puedan hacer más, cogemos los restos, los volvemos a estirar y cortamos otra vez, hasta que no quede masa. Hacemos lo mismo con la otra mitad. Si se os pega mucho el rodillo, un truco, a parte de enharinar todo bien, es haberlo tenido en el congelador un rato antes para que este frío.
Lo metemos al horno a 170ºC unos 16-20 minutos, hasta que estén bien dorados. Lo dejamos enfriar.
Un vez fríos yo les hice botoncitos con el chocolate derretido y una manga pastelera. También se pueden decorar con glasa o chocolate de otro tipo. Les va muy bien el dulce del chocolate blanco porque no son muy dulces por si mismas, de hecho creo que debería haberles puesto mas chocolate a estas, les da un punto genial.