Esta receta no estaba planeando subirla directamente al blog el día que la hice, era la primera vez que los hacia (aunque he hecho la versión americana muchas veces y otros parecidos) por lo que hice una cantidad pequeña para probar. Los hice el domingo por la tarde, pensé en sacar fotos del proceso, de como formarlos etc; pero calculé mal las horas de luz por el cambio de hora y para cuando me quise dar cuenta era de noche (mi presupuesto no da para focos, todo lo que veis en las fotos es low cost, casero e improvisado. Aun así, han quedado tan ricos que les saque fotos al día siguiente en cuanto pude, porque encima había una luz estupenda que no podía desaprovechar.
He hecho la versión americana de los bollos de canela otras veces, y tenia mucha curiosidad de probar esta, sobre todo después de ver a Iban Yarza hacer unos parecidos de cardamomo en Robin Food.
Los bollos de canela o Kanelbulle son una institución en Suecia. Son muy diferentes a los americanos, que son más dulces y blanditos (como todo lo americano). Estos tienen un sabor más complejo, el cardamomo les da muchísima personalidad. No son muy dulces y con parecidos a un pan jugoso y un poco dulce, crujientes por fuera y blanditos por dentro, con un fuerte sabor a canela.
A mi personalmente me encantan para mojar en el café o el té por la mañana.
Bollos de canela suecos [Kanelbulle]
Ingredientes para unos 15 bollos
[Masa]
· 280 gr de harina de trigo
· 50 gr de mantequilla a temperatura ambiente
· 30 gr de azucar
· 165 ml de leche
· 17 gr de levadura fresca (o 1/3 de la liofilizada)
· 1 cucharadita de cardamomo molido
· una pizca de sal
[Relleno]
· 60 gr de mantequilla a temperatura ambiente
· 30 gr de azúcar (yo use moreno)
· 2 cucharaditas de canela (o más al gusto)
· 1/2 cucharadita de cardamomo molido (o más al gusto)
· 1/2 cucharadita de esencia de vainilla (o más al gusto)
· 2 cucharadas de almendras molidas (opcional)
· 1 huevo batido para pintarlos después
· Azúcar para espolvorear
[Masa] Mezclar la mantequilla con el azúcar, la sal y el cardamomo hasta que quede una pasta homogénea. En un cazo a parte calentar la leche hasta que este a unos 37ºC, si no tenéis un termómetro es fácil comprobarlo, si la tocas con el dedo no tiene que estar ni fría de caliente, puesto que estará a la temperatura corporal. Apartar del fuego y disolver en ella la levadura. Una vez bien disuelta mezclar con la mantequilla.
Una vez bien mezclado tamizar sobre ello la harina y mezclar hasta obtener una masa homogenea y ligeramente húmeda. Volcar la masa en una superficie limpia y... ¡Empezar a amasar! al principio se pega a las manos un poco, pero enseguida empieza a ser más firme y elástica y deja de pegarse. amasar unos 10 minutos, hasta que al hacer una bola la superficie queda lisa y suave. En este punto devolverla al bol, taparla con film o un trapo húmedo y dejar que leve hasta que doble su volumen, unos 45-60 minutos, dependiendo de la temperatura.
[Relleno] Mientras la masa leva, hacemos el relleno. Mezclamos las especias con la mantequilla hasta tener una pasta homogénea. La almendra molida es opcional, hace que queden mas jugosos pero quedan perfectamente bien sin ella.
Una vez a doblado su volumen la masa la sacamos del bol y la extendemos suavemente con el rodillo haciendo un rectángulo de medio cm de grosor, más o menos. Extendemos el relleno sobre 2/3 de la masa, doblamos el tercio que esta sin relleno sobre la mitad de la parte que si tiene (como si diéramos las vueltas de un hojaldre) y luego la parte que queda sobre ello. Así nos queda un rectángulo alargado de 3 capas de masa. Dejamos que repose 5 minutos.
Para darles forma cortamos la masa en tiras a lo ancho, de unos 2 cm. A su vez cortamos cada una de ellas por la mitad, pero sin llegar al final, nos quedamos un cm antes del final, de manera que tenemos un cuadrado de masa con dos tiras largas. lo estiramos suavemente con las manos y enrollamos las dos tiras entre si, y a su vez toda la tira sobre si misma. En este video de Robin food se ve muy bien todo este proceso, a partir del minuto 16.
Los ponemos sobre la bandeja donde los vayamos a hornear forrada con papel de horno y los tapamos con film dejando que reposen otros 30-40 minutos y doblen su volumen. Mientras precalentamos el horno a 230ºC.
Una vez doblen, los pintamos con huevo batido y espolvoreamos un poco de azúcar por encima. Si tenéis azúcar perlado (como el de los roscones) usadlo, es el típico, pero si no, con azúcar blanco o moreno basta para darle un toque crujiente.
Horneamos unos 8-11 minutos a 230ºC hasta que estén dorados. Si vuestro horno tiene función ventilador ponédsela, pero bajando la temperatura a 220º-210ºC.
Dejar enfriar sobre una rejilla y ¡listo!.